GUERA DE TROYA
Según la epopeya griega La
Ilíada, el príncipe Paris de Troya secuestro a su enamorada Helena de Grecia,
la mujer más bella del mundo, y Menelao de Esparta, su marido, convocó a los
griegos, emprendieron la guerra contra los troyanos. Esta guerra fue el
encuentro de muchos de los grandes héroes de la antigüedad, como Aquiles,
Héctor o Áyax…
La Ilíada de Homero, está considerado uno de los poemas escritos más antiguos del mundo occidental, datando del siglo VIII A.C., varios siglos después de la famosa contienda.
No cabe duda de que muchos
de los atributos que se dan a los personajes, así como las intervenciones
místicas que se narran en la obra son totalmente irreales, pero otras como el
conflicto en si mismo, así como algunos de los personajes y los lugares
aparecidos podrían ser verdad.
Algunos estudiosos afirman
que cabe la posibilidad de que los sucesos relatados no se debiesen a un solo
conflicto, sino que compilasen y mitificasen varios hechos.
En 1870 el aventurero alemán
Heinrich Schliemann inició una excavación a través de la cual encontró lo que
en un primer momento se creyó Troya y actualmente se llama Hisarlik.
El lugar contiene nueve
ciudades construidas una sobre otra, con una ciudadela interior con los barrios
en sus alrededores y un alto muro que protege todo.
Para Schliemann unas joyas
encontradas en la segunda ciudad podrían pertenecer a Helena, pero los datos
cronológicos no coinciden con la época descrita por Homero. La sexta ciudad,
por su lado si que coincide en el tiempo con la Ilíada, pero esta no parece
haber sido destruida por un enfrentamiento bélico sino por un terremoto
Los arqueólogos de nuestros días opinan que posiblemente la sexta y la séptima sean las ciudades que puedan ser las Troyas de Homero.
Otra cuestión puede haber
sido que Homero utilizase las palabras como metáforas y el mundo moderno haya
tomado estas al pie de la letra.
En la Ilíada, los griegos conseguían
penetrar en la ciudad amurallada gracias a la introducción de un comando dentro
de un gran caballo de madera, y cuando los troyanos dormían, los soldados
salieron para abrir las puertas de la ciudad, logrando así la victoria griega.
El caballo, en el mundo griego era el símbolo de Poseidón, el dios del mar y los terremotos, con lo que la gran figura de madera que asolaba la ciudad podría haber sido simplemente una metáfora de un movimiento sísmico que destrozó la ciudad.
La séptima ciudad, por su parte si presenta muestras de haber sido el escenario de una batalla, y a la vez coincide con las fechas aproximadas en las que se supone que se desarrolló la epopeya con lo que posiblemente Homero se tomase licencias poéticas y con ellas habría unido la dos ciudades, mezclándolas en la Ilíada.
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